viernes, 31 de enero de 2014

Ponerse al día (Que te lo ponga la día)

Después de tenerme con el agua cortada por un mes, ayer me pescaron y no me soltaron. Fue IN-CRE-Í-BLE, uno de los mejores polvos que me ha dado. Y yo aún no me saco la sonrisa de la cara gracias a la fantástica tarde de ayer.
Yo acostado como todos los días hasta tarde, me comenzó a mandar mensajes con pistas, yo no cachaba ni una. Y de pronto llevan fotos de mi departamento y me dice estoy afuera. Corrí e hice la cama en un minuto y ordené lo más rápido que pude. Abrí la puerta (aún no pijama) y lo hice pasar a mi dormitorio.
Se acostó y prendió el televisor como es costumbre, yo sin esperanzas de que pudiera pasar algo me acosté al lado de él, comenzamos a besarnos, me comenzó a tocar y apretar con fuerzas mis nalgas. No pasó un minuto cuando me toma por la espalda, baja mi pijama y comienza a lamer mi ano.
Yo completamente caliente en ese momento. Poco a poco comienza a introducir suavemente sus dedos y yo muriendo de placer, cuando ya introduce el segundo dedo yo con dolor y todo, pero caliente. Comienza a meter y sacar sus dedos y con la otra mano me masturbaba. ¡Oh Dios! Como un virgen quinceañero solo disfrutaba el momento.
No me dí cuenta cuando ya se había bajado los pantalones y me comienza a penetrar muy duro. Yo gemía y le decía mi dolor, creo que era lo que más le gustaba, con fuerza y con toda su magnitud y grosor sentía por completo su pene dentro de mi. Estaba en un paraíso de placer, de forma brusca me toma mis piernas y me gira quedando de frente a él, con mis piernas en sus hombros siento que me penetra con todo su placer y con su miembro tan duro como sus fuertes brazos que me apretaban, comenzó a agitarse mucho más su respiración y apurar el ritmo de penetración cada vez más. Me aclama que acabe y yo no daba más, acabé en mis estómago y en mi pijama. Él seguía con toda su fuerza dentro de mi y yo ya no podía aguantar más cuando de pronto siento que apreta su mirada y sus labios, me penetra solo una vez y muy fuerte, esa era la penetración final, con todo su semen dentro de mi yo estaba completamente satisfecho.
No recordaba cuan dios del sexo era mi hombre, nos quedamos desnudos y abrazados por una hora, yo no paraba de sonreir y mirarlo como un eterno enamorado, es el mejor hombre que he conocido jamás, no porque sea un semental, sino porque cumple con todo un prototipo de príncipe azul, buen hombre, trabajador, simpático y según yo el más sexy del mundo.
Luego de eso nos levantamos y cocinamos algo, fueron muchas las energías que se gastaron en ese enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Al irnos a reposar a la cama nuevamente le pido si por favor puede colocar crema en mi espalda, ya que al ir a la playa me había quemado el sol, me saco mi polera y comienza a masajear con firmeza sobre mi espalda y posteriormente también en mis glúteos, yo no podía más y me doy cuenta que los masajes ya no eran en la espalda, me masturba en mi ano con sus dedos llenos de crema y yo comienzo a gemir nuevamente porque la verdad ya me dolía un poco y mientras el sigue y sigue me dice que no se resiste a mi rosado y apretado ano, saca su miembro totalmente duro nuevamente y me penetra suavemente producto de la crema.
Siguió haciendomelo con fuerza y yo gozando nuevamente la instancia, seguimos con la rutina de las poses que más nos gustan y no paraba de decir que me lo sacara pronto porque la verdad ya no podía más, pero no terminaba, era penetrado sin cesar por largos ratos sin sacar su pene del lugar, luego lo sacaba y lo metía por completo de una sola vez, yo lo sentía muy rico, sentir como su pene se frotaba dentro de mi me parecía demasiado excitante, otra vez comenzó apurar el ritmo y yo sabía que se vendría otra vez, pero no lo hizo, lo sacó y comenzó a masturbarse, sin darme cuenta ya tenía mis rostro cubierto de semen, no podía ser mejor, pero ponerse al día en un solo día, igual fue duro para mi.
Hoy nos veremos nuevamente, creo que yo no era el único que estaba con todo acumulado, nuevamente me dijo que era porque él no me tenía para el sexo, por lo que no era necesario follarme cada vez que nos viéramos, a veces solo quería regalonear. Yo aún no lo entiendo porque mis ganas de sexo están en las nubes todos los días, espero hoy sea otra gran noche y no me cabe la menor duda que sí, ha vuelto a ser mi hombre y yo le he prometido no separarme jamás de su lado, sí, estoy enamorado y no solo de su pene.
 

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